Declaración de intenciones
¿Quién soy? No importa, al menos no demasiado. Ese dato no es relevante. Baste decir que es muy probable que su estantería albergue un ejemplar de alguna de mis novelas. ¿Por qué escribo esto? Podría decir que por divertimento, lo cual no estaría exento de certeza pero, si tratamos de ser un poco más trascendentales, digamos que este espacio es una especie de ejercicio catártico, una forma de expiar determinados pecados, de liberar cierta carga de culpabilidad que llevo a cuestas por dar mi beneplácito —bien por acción, bien por omisión— a ciertas connivencias de carácter más bien vergonzoso relacionadas con el ámbito editorial. Dice el refranero popular que «en todas partes cuecen habas» y el mundillo literario no es menos proclive a ello. La actualidad editorial produce y genera, como todo en esta vida, su cuota correspondiente de honores y miserias y me gustaría que este blog acabase siendo una especie de aviso a navegantes, un lugar donde todo aquel que quiera acercarse —bien como autor, bien como mero curioso— a ese extraño y casi esotérico mundo del mercadeo literario —ojo, la Literatura, con mayúsculas, es otra cosa— pueda conocer parte de sus entresijos, parte de lo que en él se cuece a espaldas de la opinión pública. Que, por cierto, es mucho y, en ocasiones, muy jugoso. De todos esos temas trataré de hablar en esta ventana que me brinda ese Armageddon tecnológico llamado Internet.
Desconozco el tiempo que durará esta aventura que inicio hoy. De entrada, desconozco incluso la periodicidad con la que podré exponer nuevos comentarios. La cuestión depende de muchos factores, comenzando por el hecho de que soy un lego en cuestiones informáticas. Yo simplemente me encargaré de redactar estos textos y un buen amigo, más ducho que yo en estas lides, se encargará de publicarlos aquí. No sé cuanto tiempo podré seguir abusando de su amabilidad. Tampoco sé si desde alguna instancia, alguien pretenderá cerrarme la boca. Mientras no ocurra todo eso, disfruten de todo lo que aquí se exponga. Les adelanto que merecerá la pena.
Desconozco el tiempo que durará esta aventura que inicio hoy. De entrada, desconozco incluso la periodicidad con la que podré exponer nuevos comentarios. La cuestión depende de muchos factores, comenzando por el hecho de que soy un lego en cuestiones informáticas. Yo simplemente me encargaré de redactar estos textos y un buen amigo, más ducho que yo en estas lides, se encargará de publicarlos aquí. No sé cuanto tiempo podré seguir abusando de su amabilidad. Tampoco sé si desde alguna instancia, alguien pretenderá cerrarme la boca. Mientras no ocurra todo eso, disfruten de todo lo que aquí se exponga. Les adelanto que merecerá la pena.
1 Comentarios
Llego tarde a la presentación, pero vaya, viendo que recurre a una frase hecha (cáncer de los escritores), como "en todas partes cuecen habas" y finaliza, con la expresión que más odio del idioma español "merece la pena", desconozco si el resto de temas que trate en el blog, o como lo llaman en este mundo, entradas, me merecerá la pena ;)
Publicar un comentario
<< Volver a página principal