Nota aclaratoria
Me han llegado bastantes correos electrónicos preguntándome si me une algún tipo de relación con las páginas cuyos enlaces se encuentran ubicados en la parte izquierda de este blog. Deduzco que algunos de esos correos han sido enviados con el ánimo de descubrir quién se esconde tras la identidad de Prometeo. La respuesta es no. No me une ninguna relación salvo la de ser lector ocasional de alguna de ellas. Yo tan sólo soy responsable de los textos incluidos en las entradas de este blog. Como ya he comentado en otras ocasiones, su gestión técnica así como su diseño lo llevan a cabo otras personas más duchas que yo en estas cuestiones y que me ayudan en este cometido. Y los enlaces en cuestión son páginas afines a los gustos de estas personas. Con esto espero dar por zanjada la cuestión.
13 Comentarios
Nos regala usted con sus conocimientos y con su pluma, pero más aún nos regala con su generosa actitud. Aunque yo sea más curioso que diletante, le doy las gracias de corazón.
Permítame ahora que le ponga en algunos apuros, a sabiendas de que los solventará sin problemas. Quiero decir: yo le tiro de la lengua y usted contesta, o no, a lo que le venga en gana.
-¿Podría usted decirnos un par de obras de novelistas españoles actuales, de menos de 60 años, por las cuales sus autores merezcan ser recordados en un futuro? (excepción hecha de las suyas, claro, aunque si quiere...)
-¿Que opinión le merece que Mario Vargas Llosa haya dicho que los novelistas españoles actuales no tienen "vocación de excelencia"?
-¿Diría usted que efectivamente existen las llamadas "cuadras mediáticas? Es decir, escritores que publican todo lo que escriben en las mejores condiciones, algunos superventas, y que se diría que tuvieran la obligación, cuasi contractual, de contribuir cuando se les requiera a formar opinión en un sentido o en otro, en particular cuando se trata de menoscabar la categoría intelectual de personajes cuyas opiniones resultan inconvenientes o molestas.
¿Que opina usted del reciente y lamentablemente fallecido Roberto Bolaño? ¿Qué puede usted contarnos de su novela "Los detectives salvajes", no sólo como obra literaria, sino también desde esos tres aspectos de la publicación de libros sobre los que tan bien nos viene ilustrando: edición, distribución y promoción?
Muchas gracias, en cualquier caso.
Hola, Prometeo,
una editoria pequeña de reciente creación se ha interesado por un libro mío. Me ha enviado un modelo de contrato de edición y no sé qué pensar, pues soy novel y jamás he publicado. Entre otras cosas:
- se quedan con los derechos de autor por 15 años
- se quedan con el derecho de reproducir el libro por todos los medios (CD, virtual, impreso, etc.)durante ese periodo
- debo adquirir un lote de 40 libros a fondo perdido al publicarse
- obtendré un 10 % sobre la venta del libro a partir del segundo año (ellos aseguran que me enviarán reportes sobre la distribución y ventas)
¿Qué opinas sobre estas condiciones? Creo que debería negociar algunas, ¿verdad? ¿O son rechazables casi todas? Es la primera vez que una editorial se interesa por un libro mío y temo equivocarme con la emoción!
Gracias por tus consejos y por lo que vas publicando en el blog.
Elisabet
Estimada Elizabeth.
Me gustaría comenzar haciendo hincapié en una confusión que suele producirse muy a menudo. Cuando alguien negocia un contrato de edición de un texto, nunca cede los derechos de autor puesto que la autoría de una obra literaria, una vez hecha pública, es personal e intransferible -forman parte de los llamados derechos morales inalienables de una obra-. Lo que realmente se negocia en los contratos de edición a cambio de una remuneración económica es la cesión de los derechos de explotación de la obra -normalmente, los de reproducción, de distribución y, en determinadas ocasiones, los de comunicación pública y transformación-.
Volviendo a la cuestión concreta de las cláusulas que señala, lamento indicarle que, a pesar de el evidente abuso implícito en algunas de ellas, ni son extraordinarias ni se salen mucho de lo corriente. Son cláusulas bastante habituales en un contrato de edición (excepto la de los cuarenta ejemplares que me huele a coedición encubierta) y en su mano está el determinar si desea aceptarlas. A modo de referencia le comento:
- La duración de la cesión de derechos ronda los cinco años. Diez en algunos casos particulares. Quince me parece abusivo.
- El tratar de incluir cláusulas que hagan extensivos los derechos (adaptación, reproducción, traducción, derechos digitales) también suele ser una práctica habitual. El editor tratará de sacar la mayor tajada posible en su propio beneficio y si por el mismo precio obtiene algo más cambio, mejor para él. Otra cuestión es concederle esa ventaja o no.
- El porcentaje indicado (10%) está dentro del rango de lo destinado a los autores en los contratos de edición. La trampa está en lo del segundo año. Es obvio y conocido que las mayores ventas de un libro se producen en los primeros seis meses de su lanzamiento. Después el libro, de no ser un autentico pelotazo best-selleriano, se vende con cuentagotas. Los beneficios obtenidos a partir del primer año se reducen a menos de la mitad. Claro que si, a cambio de esta cláusula, le ofrecen algún tipo de anticipo en metálico que compense dicha circunstancia, todo es negociable en esta vida. Por cierto, ¿le han ofrecido algún tipo de anticipo a cuenta de royalties?. Presupongo que no.
En fin, obvio decir que la aceptación de estas cláusulas está irremediablemente ligada a la evaluación de las condiciones de la oferta económica que le hayan hecho. Si, por ejemplo, un editor me ofreciese 200.000 euros por cederle los derechos de explotación de una novela en las condiciones en las que usted indica en su mensaje, no sólo me mostraría muy permisivo en mis cesiones sino que, con seguridad, incluiría en el lote a mi mujer y a mi suegra -poder decir esto en público forma parte de los beneficios del anonimato-. Insisto, en muchas ocasiones, lo abusivo de estas negociaciones no es lo que se le solicita al autor sino lo poco que se le ofrece a cambio.
En cualquier caso, suya es la última palabra, estimada Elizabeth. Suya es la potestad de decidir hasta dónde está dispuesta a ceder y cuál es el beneficio qué va a obtener a cambio. Y en función de esos términos, debe evaluar la propuesta.
Le recomiendo que revise la entrada titulada El proceso de publicar (i). Creo recordar que en ella hablo de las cláusulas más habituales de un contrato de edición.
Un saludo,
Prometeo.
Admirado Prometeo. Empecé a leerle desviado desde otro blog que le referenciaba, justo en el primer post que hizo. Me pareció muy entretenido lo que le leí y me recordó cuando yo tuve intenciones de escritor hace ya más de 25 años, en que escribí algo por última vez. Me dije, mira, no me interesa en absoluto escribir una novela, pero es entretenido. Y ahora no sólo me he enganchado de manera obsesiva a sus posts, sino que he iniciado un proyecto de novela que considero extremandamente interesante y que va marcar un hito entre las novelas de ciencia ficción de todo el mundo. El caso que yo soy de un natural frío, y un lector poco entusista salvo con libros muy concretos. ¿Es normal ilusionarse con el proyecto propio tan exageradamente si el tema fuera típico y tópico, o por el contrario uno mismo puede reconocer sin temor a equivacarse que realmente ha hecho un afortunado tropiezo de tema para una novela de éxito? (Mis intenciones son de escribir sólo esta novela que tengo en mente, y ganar suficiente dinero para no tener que hacer nada más hasta que me jubile)
Gracias por su respuesta.
En uno de los enlaces hay un espacio para buscar editor, previo pago de una cantidad. Me refiero a escritores.org. ¿Es esta una buena manera de conseguir que te publiquen una obra?
Muchas gracias y enhorabuena por el blog
Estimado Anónimo(1):
- ¿un par de autores y obras actuales merecedoras de recuerdo en un futuro? Juegos de la edad tardía de Luis Landero y Sangre a borbotones de Rafa Reig. Otra: La caverna de las ideas de J.C. Somoza.
- Desconozco el alcance y el contexto preciso de la declaración del señor Vargas Llosa pero si es el que creo deducir, no tengo por menos que decir que D. Mario tiene razón. Aún así, me gustaría matizar una cuestión. No sé si su enunciación se produce en un tono cercano al reproche -repito que desconozco el contexto- pero, por el contrario, es, en el fondo, un digno elogio. La reivindicación de la calidad literaria es muy loable pero el oficio de escritor no está hecho ni debería desempeñarse para epatar o brillar de forma intensa y con luz propia a base de momentos brillantes o excelentes. El de escribir es un digno oficio en el que es preferible ser un eficiente profesional de la pluma capaz de narrar de forma precisa -que no preciosista- historias atractivas y bien perfiladas a tener esa "vocación de excelencia" que puede encumbrarte pero que, en muchas ocasiones, nunca dejan de ser fuegos fatuos que como llegan se marchan. Nunca me cansaré de repetir que la de escritor es una carrera de fondo donde el reto es mantener el ritmo. Dejemos los sprints a los "excelentes vocacionales".
- Me consta que existen dichas "cuadras" mediáticas. Ahora bien, ni son todos los que dicen que están ni están todos los que dicen que son. Pero todo tiene un precio en esta vida. Todo se paga y se cobra. Y el apoyo mediático es capaz de producir el tipo de vasallaje más férreo que conozco.
- El malogrado Roberto Bolaño siempre me pareció un excelente escritor, algo sobrevalorado en determinados ámbitos, pero innegable poseedor de una demoledora técnica narrativa. Una autentica lástima su fallecimiento. Respecto a las vicisitudes editoriales de su novela "Los detectives salvajes", lamento comunicarle que no estoy al tanto de las circunstancias de este caso en particular por lo que no puedo informarle con la propiedad adecuada.
Un saludo,
Prometeo
Estimado José:
Me congratula haber sido yo el responsable en parte de haber despertado sus aletargadas inquietudes literarias. Para mí es un motivo adicional de satisfacción.
Respondiendo a su pregunta, no sólo es muy normal. Es completamente necesario e imprescindible el ilusionarse con el proyecto una vez que las musas nos han iluminado con una determinada idea. Sin dicha ilusión, no alcanzaremos ningún puerto. El tipismo del tema a tratar es completamente secundario. De hecho, hay literatos y críticos que defienden la tesis de que todo está escrito, que la Literatura no hace sino dar constantes vueltas a las mismas ideas y que cada novela es tan sólo una forma diferente de contar la misma historia. No les falta parte de razón. Si cree haber encontrado una forma original, atractiva y novedosa de contar una historia, por muy manida que esta le parezca, ¡adelante!. No lo dude y láncese al vacío. Por ejemplo, en el fondo, ¿que es Blade Runner sino una deliciosa forma de contar de nuevo el mito de Prometeo? ;-)
Eso respecto a cuestiones literarias. Si ahora hablamos de cuestiones editoriales y tiene usted la férrea esperanza de que dicha novela le jubile para siempre, le envío mi más sincero deseo de éxito, ánimo y aliento para la empresa en la que pretende embarcarse. Lo va a necesitar.
Un saludo,
Prometeo
Estimado Anónimo(2):
Si no le entiendo mal, en ese espacio... ¿le ofrecen buscarle editor previo pago de una cantidad?
Esa que usted comenta, la disfracen como la disfracen, es la actividad habitual de un agente literario. Es decir, una persona que se encarga, por razones onerosas, de buscar en nombre de un autor a alguien que publique su texto. Con la salvedad de que los agentes cobran un porcentaje sobre los beneficios y sólo en caso de que se obtenga alguno. Si alguien pretende cobrarle por adelantado por trabajar para usted buscándole editor, huya de él como de la peste.
Sólo faltaría. Alguien que cobra por su trabajo por adelantado, lo lleve a buen término o no y sin ofrecer garantía alguna de éxito.
Un saludo,
Prometeo
Gracias, Prometeo. Negociaré las condiciones y, si no me interesa, esperaré otra oferta mejor. A mí tampoco me parece justo tener que pagar 300 euros a fondo perdido por nada... aunque los recuperara vendiendo los libros en mi entorno.
Bueno, ya te explicaré cómo va todo, y si llegamos a algún acuerdo o no.
Estimado Anónimo(1):
- Yo pretendía aplicar la definición de "vocación de excelencia" referida a autores y a sus trayectorias más que a obras aisladas. En mi modesta opinión, la novela de Süskind podría considerarse un buen ejemplo de fuego fatuo. Buena novela, excelente factura narrativa y punto. Un gran -y aislado- acierto de su autor. Circunstancias como esas no definen la excelencia de un autor. Ni su vocación de corredor de fondo -aún alabando y reconociendo la gran valía de una obra en concreto-.
- Excelente idea. Trataré de redactar una entrada acerca de las cifras de ventas. Aunque me gustaría adelantar que, en cierta forma, son datos subjetivos. 3000 ejemplares vendidos de un autor novel y desconocido pueden ser un clamoroso exito mientras que 3000 ejemplares de un libro de, por ejemplo, Vargas Llosa sería un estrepitoso fracaso. En cualquier caso sí se pueden reseñar una serie de patrones estimativos. Y también hablaré sobre "El truco de la decimotercera edición" o cómo influir en la opinión pública a base de publicitar ediciones masivas de un determinado libro cuando realmente no son tales.
Un saludo,
Prometeo
Si están publicando textos para leer rápido y olvidar enseguida. Si leemos obras que se parecen al telefilme de ayer por la tarde en la TV. Si buscamos en las librerías la portada del libro que nos presentan en la entrada de la tienda... Si es así, ¿dónde están los autores que serán recordados el siglo que viene?
Si escribimos para que no nos publiquen, ¿para quién escribimos?
Si narramos para entretener cerebros televisivos, ¿qué trascendencia nos espera?
¿Ha muerto la literatura?
Perdona, Prometeo, mi desahogo no es ni siquiera una pregunta. Sólo estoy desorientado.
Estimado Prometeo:
Confío en que con este silencio polongado no pretenda comunicarnos que va a detener aquí el curso del río... Haga el favor de aplicarse y continúe agasajándonos con sus entradas.
Suy@
Estimados asiduos:
Mi prolongado silencio es debido a dos circunstancias ajenas entre sí pero que han confluido justo durante estas dos semanas (la anterior y la presente). En primer lugar, el prolongado y reparador puente de la Hispanidad en la que me he regalado unos días de descanso —que estaba necesitando como agua de mayo— en un idílico paraje de la geografía española. He vuelto de mi viaje ayer por la tarde y confieso con cierta sensación de vergüenza que, durante estos días, me he dedicado tan sólo a holgazanear con profusión, premeditación, alevosía y nocturnidad.
La segunda circunstancia es que estoy llevando a cabo la última revisión de galeradas de una novela que se publicará con toda probabilidad en la próxima primavera y la tarea me tiene algo atrapado.
En cualquier caso y en clara deferencia a los asiduos y numerosos visitantes de este blog —los datos estadísticos de las visitas son escalofriantes y superan con creces cualquier previsión inicial— trataré de continuar con mi labor didáctica a la mayor brevedad posible. Con toda probabilidad, el próximo jueves o viernes tengamos nueva entrada.
Un saludo,
Prometeo
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